Los sacerdotes obscenos

Las esculturas queretanas que hacen señas obscenas con los dedos"

Patio interior del Museo de Arte de Querétaro (Fotos: Mario Yaír T.S.)

Es verdad. El claustro barroco del Ex Convento de San Agustín en Querétaro es quizá el más hermoso de todo el país, pero pequeños detalles revelan que no se conservó en su totalidad. Aunque las referencias eclesiásticas son famosas, una historia menos conocida es el vandalismo “con causa” que sufrió.
 
En la planta alta, los atlantes mitad humanos, mitad vegetales, representaban a los sacerdotes manifestando con las manos el misterio de la Trinidad. A sus costados los animales y seres fantásticos representan los pecados que asechan a los devotos, por eso sus bocas que servían para desahogar el agua de lluvia representaban la limpieza de los pecados por la palabra divina.
 
En el convulso siglo XIX, la funesta pelea entre liberales y conservadores tuvo un trágico desenlace para el clero. El triunfo de la república recrudeció las Leyes de Reforma y en 1867 el templo se convirtió en cuartel. Algunos historiadores creen que fue en este periodo cuando los soldados anticlericales decidieron “restaurar” el convento.
 
Con singular puntería, usaban los dedos de las manos de los atlantes como tiro al blanco. La misión: lograr que las figuras hicieran cuernos con la mano o “pintaran el dedo”. No fue lo único; más detalles grabados en los muros y pedazos faltantes revelan el odio clerical de la época. 
 
Convertido en Museo de Arte hasta 1987, los restauradores decidieron dejar como un guiño histórico aquellos dedos faltantes cuya historia solo conocen los expertos.
 
Imágenes vandalizadas

Tallados en las piedras

 

Comentarios

Más vistos

Un encuentro con la fiera del Fru-Fru

Requiém para el Cine Ópera

El último momento

Un sueño en el olvido

Los motivos de Sor Filotea