Bajar las estrellas del cielo
“¿Porqué le cantan Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe?"
Interior de la antigua Basílica de Guadalupe (Fotos: Mario Yaír T.S.) |
La zona donde nos encontramos no es muy agraciada, es un lugar marginado y pobre que un año atrás sirvió a Buñuel para filmar “los Olvidados”. Por suerte hay una manera de rodearla usando el moderno puente vehicular de Nonoalco. Así comienzan a llegar los Cadillac de donde bajan actrices con sus abrigos de piel. Por el otro lado, en la calle de Peralvillo, los locutores de la XEW llegan a bordo de taxis o simplemente caminando. Los galantes trajes negros de los mariachis, reflejan las luces de la avenida en sus botones.
Son las 11 de la noche del 11 de
diciembre de 1951 en la Glorieta de Peralvillo. Los micrófonos se preparan a
iniciar transmisiones en la radio. Iniciado el conteo, se da la señal y
comienza a sonar el mariachi. Ahí, reunidos ya, quienes acabaron sus funciones
en los teatros y en la radio, comienzan a caminar sobre la Calzada de los
Misterios rezando el rosario. Es una peregrinación fuera de lo común que desde los años 30 realizaban las estrellas del espectáculo, pero hoy todo será diferente porque está a punto de ser televisado.
En La Villa junto a las estrellas de cine que salen de los estudios Tepeyac, llegan a la calle las primeras cámaras de televisión que se preparan para la llegada de los artistas. En su puesto, el productor Carlos Salinas Saucedo, profundo guadalupano declarado, da la señal a las cámaras. Las pocas personas con televisión aquel año, estaban a punto de ver la primera transmisión en vivo desde La Villa, para cantarle a la virgen de Guadalupe. El programa especial termina en punto de las 11 de la mañana.
Ese año el micrófono estaba abierto. Llegaron tríos, mariachis, trovadores e incluso un señor que cantaba usando un serrucho como instrumento. Paco Malgesto fungía como maestro de ceremonias y fue tal el éxito de la transmisión nocturna que los años siguientes se solicitó repetirla con más tiempo de duración, pues por la tarde del día 12 se unían las cantantes de cabaret, los pianistas, las vedettes y muchos otros personajes que no podían estar la noche.
Antigua Basílica de Guadalupe |
Todo ocurre al exterior del templo porque desde la Guerra Cristera, las relaciones entre México y la Santa Sede siguen rotas; transmitir un evento religioso en televisión, es peligros. Pero en 1955 el escritor Rafael Solana estaba a punto de cambiar el espectáculo. Salido de su ronco pecho, sin que nadie supiera nada, en plena transmisión dijo – Faltan 10 minutos para la media noche, cuando todo el pueblo de México le va a cantar Las Mañanitas a Virgen de Guadalupe.
En cuando Saucedo escuchó el anuncio, como pudo solicitó una cámara en el techo de un camión y Gustavo Olguín improvisó un ensayo. De pronto a las 12 de la noche en punto, mientras los sacerdotes se encontraban en la Basílica y se ofrecían los servicios religiosos, entró un eco sonoro. Al sonido de las campanas que marcaban las 12 de la noche, multitudes de personas en la calle cantaban las mañanitas al unísono. Poco a poco la gente de los alrededores se unió en el canto. El abad al escucharlos encendió la televisión conmovido desde dentro de la basílica y vio la imagen transmitida desde arriba del camión.
Virgen de Guadalupe |
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