El robo de Bellas Artes

“El peor robo de arte plástico ocurrió en el museo más importante del país"
 
Bellas Artes de noche (Fotos: Mario Yaír T.S.)

Era la madrugada del martes 28 de diciembre de 2010, tramo final de las grandes fiestas del Bicentenario, razón por la cual se exhibía en el Palacio de Bellas Artes la muestra “Obras Maestras del Arte Mexicano 1810 - 2010”; una exhibición monumental que juntaba las obras más valiosas nunca antes reunidas en un solo recinto. Por eso había que aprovechar la oportunidad antes del cierre de la exhibición el día miércoles. Una vagoneta se estaciona en la parte trasera del palacio y en cuestión de minutos suben una serie de tubos de cartón. Lo peor está por venir…
 
Ante el año cuestionable que vive el sexenio, la noticia del robo monumental caería como balde de agua fría, por ello la orden es cerrar de inmediato la exposición, iniciar una investigación a puerta cerrada y la pésima idea de que absolutamente nadie divulgue la noticia. Una situación nada complicada, pues hasta ese momento solo 3 vigilantes nocturnos, 4 administrativos y el entonces director del museo Manuel Valdés saben la noticia. Para el resto, las pinturas se encuentran en el Centro de Conservación del INBA según la declaración oficial “para una manita de gato".
 
Los primeros en sospechar son los museos dueños del acervo. Director y administradores aseguran que será una restauración gratuita en agradecimiento por el préstamo, un “regalo navideño". Entre las obras extraviadas se encuentran “Vista de la peña Capulina en Hidalgo” de José María Velasco, “Retrato de Doña Fanny Kaufman” de Hermegildo Bustos y “Bodegón con calabacitas tiernas” de Manuel Ocaranza.
 
Interior del Palacio de Bellas Artes
 
Las primeras investigaciones apuntan que a los ladrones los dejaron pasar por el sótano. Casualmente las cámaras de vigilancia de la sala no funcionan. Los óleos fueron retirados de sus bastidores en menos de una hora y colocados en tubos porta planos de cartón y de ahí a la vagoneta. Poco a poco salen más autores perdidos: Diego Rivera, Remedios Varo, Joaquín Clausell, Luis Nishizawa, Dr. Atl, Juan Soriano, María Izquierdo e incluso una obra póstuma de Frida Khalo llamada “Para el Dr. Antonio Espino”. Esta pintura será la manzana de la discordia, pues de todo el robo, es la única de una colección particular.
 
La coleccionista es nada más y nada menos que Amalia Rodríguez Carriera, una mujer que ante la sospecha, se puso en contacto con abogados y posteriormente con aseguradoras. Entonces se destapa el escándalo justo a tiempo la tarde de noche vieja, cuando nadie atiende la información pues el año nuevo acapara las noticias. Los mejores titulares son ignorados al día siguiente “Orozco, Siqueiros y Rivera se nos van de fiesta” dice El Gráfico, “¿Para mirar aquí o para llevar?” aparece en El Alarma, “Clausura muestra Bellas Artes echando la casa por la ventana” se lee en El Metro.
 
Una marcha de la comunidad artística se prepara para protestar del MUNAL al Palacio de Bellas Artes el día 3 de enero, pero súbitamente se ve cancelada. Los retratos son encontrados horas antes con ayuda de las oficinas de aduana en el Templo de los Santos Inocentes…. ¿No recuerda usted el espisodio?
 
¿La peña Capulina en Hidalgo? ¿retrato Fanny Kaufman “Vitola”? ¿El doctor Antonio Espino “Clavillazo”? ¿el director de Bellas Artes, Manuel “el loco” Valdés? ¿La coleccionista Amalia Carriera “La Bomba Atómica”? En conferencia de prensa y tras leer esta crónica, el autor menciona con singular alegría – Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada debes creer ni prestar… 
 
Palacio de Bellas Artes

Comentarios

Más vistos

Un encuentro con la fiera del Fru-Fru

Requiém para el Cine Ópera

El último momento

Un sueño en el olvido

Los motivos de Sor Filotea