La foto del general
“Aquí se tomo la foto más distribuida del mundo sobre un mexicano"
Para
los campesinos del sur, la llegada de Madero al poder parecía un rayo
de esperanza. Una vez en la presidencia, Emiliano Zapata invitó al
presidente a Morelos para dialogar los puntos de la lucha agraria. Sería
el Hotel Moctezuma en Cuernavaca, donde Zapata se estableció con sus
tropas del Ejército Libertador del Sur en espera de la visita del
presidente. No es su importancia histórica ni su hermosa arquitectura de
ladrillo lo que llama más la atención, sino unos cuantos adoquines del
descanso de las escaleras del inmueble.
Esa mañana Zapata se puso su traje de gala, su mejor sombrero, se arregló el bigote y tomó sus armas en espera de Madero. Estando las tropas descansando en el hotel, un fotógrafo americano aficionado que estaba ahí, le pidió al general un par de fotos. Con la cantidad correcta de luz y sombra en el descanso de la escalera, Zapata tomó sus armas (rifle y sable en cada una) y posó para F. Wray. Horas después Madero llegaría pidiendo a los zapatistas dejar las armas pero Zapata exigió la devolución de tierras comunales. Los desacuerdos entre ambos desembocaron en el Plan de Ayala que desconocía a Madero como presidente, por no cumplir su parte del trato.
Esa mañana Zapata se puso su traje de gala, su mejor sombrero, se arregló el bigote y tomó sus armas en espera de Madero. Estando las tropas descansando en el hotel, un fotógrafo americano aficionado que estaba ahí, le pidió al general un par de fotos. Con la cantidad correcta de luz y sombra en el descanso de la escalera, Zapata tomó sus armas (rifle y sable en cada una) y posó para F. Wray. Horas después Madero llegaría pidiendo a los zapatistas dejar las armas pero Zapata exigió la devolución de tierras comunales. Los desacuerdos entre ambos desembocaron en el Plan de Ayala que desconocía a Madero como presidente, por no cumplir su parte del trato.
En medio de los desacuerdos, la foto fue enviada a Nueva York, donde la revista Leslie’s la publicó por primera vez el 7 de marzo de 1912. Los levantamientos armados zapatistas estaban en boca de todos y para dar imagen a su líder, la fotografía comenzó a circular por todos los medios posibles. “El Diario” la publicó en 1912, “El Imparcial” en 1913 y de ahí José Guadalupe Posada lo copió para su grabado “La jeringa de Zapata”. Así inició la historia de la fotografía más reproducida de un mexicano en todo el mundo.
Es la misma pose con que Diego Rivera lo pintó en sus murales en 1931; la que plasmada en un petate fue la portada del disco de Rock&Roll “La revolución de Emiliano Zapata” con su éxito de 1971 Nasty Sex; la imagen que Arnold Belking desintegraría plásticamente en su serie de Zapatas de 1978; la foto a la que Daniel Salazar colocó mandil, escoba y detergente en 1995 creando una polémica en 2019. Es el mismo Zapata que el monero Matus ha retratado, y el mismo que se usa en pancartas blanco y negro para las protestas del EZLN. El Zapata que aparece en tazas, rompecabezas, playeras, peluches, dibujos, libros de historia, novelas.
Es el
Zapata que con solo quedarse quietecito unos segundos al disparo del
flash, volvió popular un punto exacto, en el descanso de la escalera del
Hotel Moctezuma; y que solo por eso salvó de su destrucción. El cuartel
zapatista del Hotel Moctezuma, funcionaría como tal a partir de 1911 y
sería abandonado por las tropas en 1916 a la conquista de las tierras
del sur y el avance de quien consideraban su nuevo traidor, Venustiano
Carranza. El general jamás volvería ahí. No puede haber mejor nombre
para el Centro Comercial y Cultural que hoy funciona en el inmueble:
“Aquí estuvo Zapata”.
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