Que suenen las campanas

“Cuando los borrachos se entretenían disparandole al reloj monumental"
 
Reloj Monumental de Pachuca (Fotos: Mario Yaír T.S.)
 
Son los años 40 en la bella airosa. La vida transcurre entre minas, campos y cantinas pues aun pese a la cercanía con la ciudad, el último recuerdo del progreso y la modernidad fue el reloj monumental que una noche del 15 de septiembre de 1910 se inauguró con un concierto desde el primer piso de la torre. Cuatro esculturas enmarcaron la noche; la independencia, la libertad, la reforma y la constitución que en la fachada norte sostenía el libro con las letras 1857.

Pero a décadas del fastuoso evento, la plaza ahora luce vacía. De pronto de una de las cantinas de la plaza salen tres hombres ahogados de borrachos pegando de risotadas. Uno de ellos desenfunda de su cintura una pistola y apunta a la torre - ¿Cuánto a que hago sonar las campanas del reloj? – y enseguida un tiro estalla contra una de las paredes envuelto de las burlas de los borrachos.

- ¡Trae acá! – dice otro arrebatando la pistola. El siguiente disparo pega justo en la estatua de la Constitución haciendo volar diminutas piedritas de mármol con ayuda del viento. El último hombre transitando de la seriedad al insomnio, carga su propia pistola. Apunta como si estuviera montado un barco en plena tormenta, y al jalar el gatillo uno de los vitrales se rompe haciendo sonar algo metálico. El griterío de alegría se opaca con más disparos soltados al aire.

- Órale hijos de la ch… ¿¡Qué se traen?! – grita un caporal de sombrero a la espalda saliendo de la cantina.
– Este ca… le acaba de atinar a las campanas del reloj con un solo tiro.
- ¡Si! Entró por la ventana de la mona esa y sonó enterita la campana.
Levantando la ceja el caporal reclama – Si serán pen… ¡Las campanas no están ahí! ¡Están arriba en las ventanas verdes! – Y sacando la pistola de un movimiento rápido, el caporal dispara a uno de los huecos, retumba la campana con un eco sonoro y rebota la bala incrustándose en una de las columnas interiores.
 
Campanario del Reloj Monumental

- Este balazo fue de una pistola potente – dice Don Guillermo Barragán, encargado del mantenimiento, a un reportero de “el Voceador” en 1978.
- ¿Cuantos balazos le han dado en total al campanario?
- Pos la verdad es difícil, hasta ahorita hemos identificado entre 200 y 400 impactos de balas en toda la torre.

Las alas de las águilas están rotas, la cúpula verde totalmente abollada, las caratulas del reloj en un estado lamentable y los vitrales emplomados hechos añicos en el suelo. Todo producto de las balas. El historiador Juan Manuel Menes lo confirma; la cara más dañada del reloj es la de la Constitución por estar frente a la zona de cantinas.

Desde 2008 las cicatrices de la historia son imperceptibles. Toda la cantera dañada fue sustituida por cantera nueva y los vitrales remodelados por completo. Por ahí queda aún uno que otro balazo en las esculturas pero ignoran de donde vino. Poco importa. Esos recuerdos se borraron para siempre. El reloj luce tal cual y como en 1910. Nadie quiere recordar que hubo un tiempo donde el mejor entretenimiento de la ciudad era hacer sonar por mano propia las campanas del reloj.
 
Cara norte del Reloj Monumental de Pachuca

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