Una diversión pudorosa
“No salir empapado de la alberca para guardar las buenas costumbres"
No
hay gran misterio, por sus aguas termales famosas por medicinales y
recreativas, todo un estado tomó el nombre de Aguascalientes. En la
ciudad los más famosos eran, desde 1821, los de la Hacienda de
Ojocaliente, pero un espacio construido en 1850 con una hermosa arcada árabe, eran su principal cmpetencia. Hoy ese inmueble es el Centro Cultural de los Arquitos, pero
lo que hoy es el Foro de eventos, en los locos años 20 fue la más
grandiosa novedad de la ciudad.
Con el fin de celebrar los 100 años de existencia de los baños, las hijas de la dueña, Bernarda Mancillas, propusieron un nuevo entretenimiento hidrocálido. Le llamaron “Puga” en honor a su difunto padre, la inauguraron en 1921 y se trataba de la primera piscina pública de la ciudad.
Con el fin de celebrar los 100 años de existencia de los baños, las hijas de la dueña, Bernarda Mancillas, propusieron un nuevo entretenimiento hidrocálido. Le llamaron “Puga” en honor a su difunto padre, la inauguraron en 1921 y se trataba de la primera piscina pública de la ciudad.
Entrada a Los Arquitos |
La historia rosa recuerda los concursos de jóvenes que intentaban cruzar nadando bajo del agua los 25 metros que medía la piscina, frente a señoritas que reían y aplaudían. La historia negra revela como las señoritas Mancillas lograron una concesión “extraordinaria” con el cabildo para cavar un pozo exclusivo hasta el manantial de Ojocaliente que surtiera de agua a todo el lugar.
Pero la mayor curiosidad queda vendada para los ojos actuales. El espacio actual era mucho mas hondo de lo que las restauraciones posteriores dejaron. Visto de costado, el espacio tiene unas escaleras que bajan al foro; escaleras que no existían en tiempos de la piscina. Lo que si existía eran las 3 entradas de medio arco: la principal al centro y las de los cuartos de toalla. Justo debajo de los dos cuartos hay dos entradas a la alberca que estaban completamente cubiertas de agua.
Por dentro, los cuartos de toallas tienen unas escaleras que bajan a la piscina. Los nadadores tenían que aguantar la respiración unos segundos para pasar por el túnel sumergido y salir a nadar. El espacio actual era mucho más hondo de lo que las restauraciones posteriores hicieron. La razón de esta curiosidad arquitectónica es el daño a la moral.
El antiguo túnel sumergido |
Tanto hombres como mujeres debían entrar a la alberca sin ser vistos. Una vez dentro, no podían salir bajo ninguna circunstancia. El motivo eran los contornos impúdicos que se formaban en los trajes de baño de las señoritas y los caballeros, que por supuesto no debían verse en público por ningún motivo. Por eso los trajes de baño para damas además de cubrir el cuerpo entero, tenían olanes que disfrazaban esas penosas partes.
Se tuvieron que crear horarios especiales para hombres y mujeres con el fin de que los caballeros pudieran salir a practicar clavados posteriormente sin la necesidad de seguir la regla. Todos estos lineamientos obviamente tenían que ser aprobados primero por la sociedad de buenas costumbres hidrocálida (la iglesia y el gobierno).
Un dato más. Los cuartos de toalla no eran vestidores. Adentro del cuarto hoy es posible ver en una esquina una pequeña tina con escaloncitos. Ahí, tanto hombres como mujeres debían meterse de uno por uno para quitarse el traje de baño sin que nadie los viera y luego salir tapados con una toalla para ir a los vestidores. El cuarto era exclusivo para ponerse una toalla con el fin de no levantar los pensamientos pecaminosos, ni las bajas pasiones de los locos jóvenes de los 20 que están a punto de revolucionar el siglo entero.
![]() |
Primer piscina pública de Aguascalientes, Los Arquitos |
Comentarios
Publicar un comentario