Arqueología de jardín
“Una artimaña de ventas aprovechada para la arqueología"
En
Coyoacán le llaman la Casa Alvarado, pero ni Pedro de Alvarado ni su
familia estuvieron aquí. El motivo por el cual su nombre engalana la
fachada es una artimaña de bienes raíces ideada por un diputado y esta es la historia...
Su
nombre era Cástulo Zenteno, antiguo senador de Colima durante la
elección presidencial porfiriana de Manuel González. A él le pertenecía
la fastuosa propiedad conocida como Finca Santa Rosalía, y ávido por
deshacerse de ella para instalarse en una mansión más cerca de la
ciudad, en 1902 halló una incauta para la venta.
![]() |
Jardín de la Fonoteca Nacional |
Ella era la
docente en arqueología de Harvard, Zelia María Magdalena Nuttall, una
apasionada de las antigüedades mexicanas de la que Zenteno conocía su admiración. Por eso Zenteno le presentó la
casa como aquella que había construido el conquistador Alvarado para su esposa
tlaxcalteca Luisa. Zelia no dudó dos veces y pidió un préstamo para
adquirir la casa, siendo su primera acción colocar con letras góticas de yeso el nombre en la fachada de “Casa Alvarado”.
Nutall
descubrió el fraude apenas unas semanas después de la mudanza pero poco le importó. Amaba su nueva residencia virreinal, que aunque no fuese de Alvarado, era una casona virreinal majestuosa y lo mismo da. Además estaba cerca de Coyoacán, un viejo señorío prehispánico del que seguramente quedaban secretos por resguardar. Así que una vez instalada en la finca, convirtió los jardines de la
casa en una zona de exploración arqueológica. Diario cavaba ahí hallando
cerámicas y piedras que colocaba en las paredes o exhibía en su finca.
Así
convirtió la casa en la primera parada de los viajeros extranjeros que
quisieran explorar el exótico país. Conocida de boca en boca, cualquier
turista que quisiera visitar Teotihuacán, tenía que pasar primero por su
casa donde Nutall en persona hacía de guía de turistas. Su sapiencia y encanto para atraer con las palabras la hacían un diamante en bruto. Por eso cuando Zenteno descubrió en lo que se había transformado su finca (y los vestigios que hubo debajo) no pudo más que arrepentirse.
Enemiga de Leopoldo
Batres y maestra de Manuel Gamio. Odiada por Salvador Novo y retratada
por D.H. Lawrence en su visita a México. Nutall murió en 1933 dentro de
aquella casa como pionera de la arqueología mexicana. Ni una placa
recuerda su memoria en la casa que hoy alberga la Fonoteca Nacional. Sin
embargo quedan de ella las piezas arqueológicas empotradas en los
muros, los árboles exóticos (maravilla de botánicos) que decoran los
jardines, y las letras góticas de un fraude que acabó por ser una cachetada con guante blanco para quienes no veían más allá de una simple casa.
Muy divertido. Felicidades. Para mejorarlo, corrige los errorcillos: 1) en el cuarto párrafo dice que la casa "estaba cerca de Coyoacán", cuando en realidad está en Coyoacán; 2) en el quinto párrafo, donde dice "embruto" debe decir "en bruto"; 3) en el sexto, donde dice "Bartres" debe decir "Batres". Ya entrados en gastos, del retrato de Lawrence no diría que lo hizo "en su visita a México" sino mencionando el texto donde aparece.
ResponderBorrar¡Saludos!
BorrarCon respecto a lo de Coyoacán, lo redacté de esa forma recordando que se encontraba en el Barrio de Santa Catarina considerado "lejos" en aquel tiempo. Pero para no entrar en detalles lo dejé así. Gracias por las correcciones.