El castigo de Noc Ac
“Al fondo del cenote se encuentran vestigios arqueológicos sobrenaturales”
El asfalto se convierte en tierra y las casas de concreto
poco a poco se hacen de palma. Al llegar al diminuto poblado de Noc Ac, Mérida
vuelve a su aire rural de las viejas haciendas henequeneras. Ahí se encontró la
Hacienda de Noc Ac y sus trabajadores formaron la pequeña población que ahí
subsiste, pero lo curioso era la historia que contaban sobre un misterioso lugar
cerca de la hacienda.
Hace mucho tiempo vivió ahí un hombre vago y descuidado
que antes de ir a trabajar prefería quedarse en la sombra de los árboles o irse
a embriagar con sus amigos. Su madre, una mujer ya anciana, intentaba
soportarlo pero no había manera de lidiar con él. Ambos vivían solos en la
misma casa y los primeros pobladores no podían hacer más que ignorar la
situación.
En una ocasión que la mujer ya estaba muy hambrienta
esperando algunos pesos para preparar la molienda, el hombre la dejó aguardando
dos días. Fue hasta que por piedad de los vecinos le ofrecieron algo de comer,
que alguien le avisó a la mujer que el hombre se encontraba nadando alegremente
en el cenote de Chen Há.
Al poco rato, el vago regresó a su casa solo para
encontrarla vacía. Al ver a su madre de regreso, con un cinismo monumental le
dijo a su madre – te estoy esperando para comer, ¿no has preparado nada? – la
mujer colmada hasta la paciencia le gritó tan sonoramente que todos en el
pueblo la oyeron – ¡Te maldigo! ¡Te maldigo por como tratas a tu madre! ¡Si
tanto quieres nadar, lárgate al agua para siempre! –
La mujer fue bien recibida por unos vecinos y el hombre
simplemente volvió a su casa ignorándola. Todos los vecinos salieron como
buenos investigadores de la verdad ante tal escándalo. Poco a poco ayudaron a
la anciana mujer a calmarse mientras veían al insoportable tipo entrando al
patio de la casa. Y de pronto, para sorpresa de todos, simplemente se lo tragó
la tierra.
Y esa es la historia del cenote de Noc Ac. Un pequeño
espacio protegido por los vecinos de quienes quieren contaminar sus aguas, pero
donde los turistas son bien recibidos. Es uno de los secretos ocultos de Mérida
porque no es un cenote muy agraciado ni popular. Unas piedras protegen el sitio
en donde se encuentran sus aberturas.
Dicen que sus aguas siempre permanecen a 25 grados
centígrados y que el fondo está a más de 21 metros de profundidad. Dicen
también que en el fondo han encontrado dientes de tiburón y de otros animales
de más de 12 millones de años. Pero lo que más llama la atención de los
verdaderos amantes de lo curioso es que dicen que al fondo se ven los restos de
una casa que se hundió una tarde, así de repente; y que el pequeño agujero
cercano se tragó a un hombre que se dirigía a ella exactamente al mismo tiempo,
víctima de una maldición por no cuidar a su mamá.
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