El último romántico de Pétain

“Al último romántico le ha dado por el culo el mariscal Pétain”
 
El último romántico (Fotos: Mario Yaír T.S.)

Phillipe Pétain era a todas luces el más nuevo dictador de Europa. Su ascenso: 1940. Su campo de acción: Francia. Aquel era un régimen fascista que colaboraba con la Alemania nazi desde la “zona libre” que realizaba redadas constantes contra los rebeldes a su causa. Entre el totalitarismo y la pistola, vivían los surrealistas…

Una tarde mientras jugaban naipes, decidieron hacer un cadáver exquisito. Cada miembro de la partida dibujaba algo para al final, ver que salía. Oscar Domínquez, Jacques Hérold, Victor Brauner y Remedios Varo vieron que su resultado aquella tarde de 1940 era una sufrida cabeza gritando. Por su gesto le agregaron como toque final una frase: “Le dernier Romantique a été enculé par le Maréchal Pétain”.
 
Mural del mariscal Pétain en la II Guerra Mundial (Foto: Gamma-Keystone. Getty Images)

El humor es el único escape de los surrealistas, porque en el mundo real, recién fue encarcelado Benjamín Péret y llevado a Rennes. La comunicación es inexacta en tiempos de guerra, mientras los surrealistas permanecen refugiados en el régimen de Pétain a merced de las redadas, Péret logra salir bajo fianza y escapar a Marsella para reunirse con su esposa Remedios Varo.

“Al último romántico le ha dado por el culo el mariscal Pétain”

No pudiendo soportar más y con múltiples tropiezos burocráticos en el camino, el 16 de diciembre de 1941, Péret y Varo (quien celebraba ese día su cumpleaños) llegaron a México. En la maleta, oculto entre papeles, ropa y pinceles, Remedios Varo guarda un dibujito doblado. A la muerte de la pintora caerá en manos del matrimonio Gruen, quienes más tarde lo donarán al Museo de Arte Moderno.

Remedios halla el dibujito y se lo muestra a Péret. Es 1947, la pareja recién separada se despide. Péret está punto de volver a Europa, Varo se queda. Entre las cosas que quedan en México se encuentra un papelito doblado. Es mucho más que solo Pétain.
 
“El último romántico” en el Museo de Arte Moderno

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