Los pecados hidrocálidos

“El mural de Aguascalientes con homosexuales y prostitutas”

Doña Petra y la feria de San Marcos en Aguascalientes (Fotos: Mario Yaír T.S.)
 
¿Doble moral? ¿Dónde? 
 
En las paredes del Palacio de Gobierno 
del merito Aguascalientes 
donde hierve hasta los dientes 
el mirar ese mural… 
 
Y es que el chileno Osvaldo Barra realizó su trabajo más polémico cuando fue comisionado por el gobernador Luis Ortega para pintar en 1961 “Aguascalientes en la historia” y “la feria de San Marcos”. Tan polémicos que incluso en las visitas guiadas actuales se prefiere guardar silencio siempre y cuando los turistas no pregunten. Pero aquí va la historia…

Fiel a retratar la ciudad tal cual y como era en los 60, Barra usó como modelos a distintos personajes reales de la ciudad. Sin embargo cuando se inauguró, los hidrocálidos reconocieron al centro del mural histórico a Consuelo “La pelos de oro” Elías, la dueña del burdel más famoso de la ciudad. Conocida prostituta de las altas esferas hidrocálidas a quien colocó como plato de la mesa del villano nacional, Don Porfirio Díaz. Diariamente “El Heraldo” publicaba cartas en contra del gobernador por ofender la moral con el mural y para beneplácito de los aludidos (perdón... ofendidos). Entonces la pelos de oro volvió a hacer singular aparición.
 
La pelos de oro

Esta vez ocupaba un asiento del icónico restaurante Doña Petra en el mural “La feria de San Marcos” un lugar donde los meseros solían ser homosexuales que ligaban a los caballeros que se dejaran. Quien no supiera aquello, no notaría los contoneos ni las miradas en la pintura, pero el problema era que todo Aguascalientes lo sabía. Así como también reconocían a
Chon el Naco" Arvizu, dueño del casino de la feria al cual lo rodeaban los demonios de la avaricia. El pincel de Barra criticaba sin impunidad.

Con los rencores a flor de piel, la más grande molestia llegó en el panel del siglo XIX. Un muchacho intenta alcanzar la iluminación de la razón volando de las penumbras del estado eclesiástico. 
Problema 1: Un cura lo toma de los pies intentando que no escape. 
Problema 2: ¡Está desnudo!
Tanto odio provocó aquel pene, que un grupo de conservadores con cincel en mano entraron a la fuerza para intentar destruir la pared…
 
Aguascalientes en el siglo XIX

Lo que no contaban era que Barra ya había hablado antes con el obispo de quien se volvió gran amigo y entendía todas las críticas escondidas del mural. Solo bastó que este cruzara la calle para aplacar a los feligreses y explicar que el mundo había cambiado. Son los 60, las misas pasan del latín al castellano, el Vaticano revoluciona al catolicismo y algunos padres se disponen a aceptar el cambio. Pero son los 60, esos años quedaron muy atrás… A más de 50 años de distancia, el silencio todavía se respira en el aire.

Osvaldo Barra volverá a ser invitado en 1992 a pintar más muros del Palacio de Gobierno, aunque más censurados que antes. En el imaginario de las curiosidades se guarda la historia del día en que Aguascalientes se sintió más ofendido por un muchacho desnudo que por las prostitutas y las apuestas. Ningún mural posterior de Barra superará los de 1961, pues muestran una cara más fiel de la ciudad conservadora, donde solo el mismísimo San Marcos permite los más escandalosos desenfrenos.
 
Palacio de Gobierno de Aguascalientes

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