Más negro que el petróleo
“De como el mito de la expropiación petrolera se trató de una ingeniosa trama de propaganda”
Lázaro
Cárdenas tenía una fuerte oposición en su contra. Universitarios,
fascistas, empresarios, católicos, clases medias; cada paso que daba era
fuertemente criticado por sus detractores; pero cuando decretó la
expropiación petrolera el 18 de marzo de 1938, comenzó a recibir
telegramas de los obreros con muestras de apoyo. Fue cuando él y su
gabinete encontraron la oportunidad de crear un ambicioso plan de
propaganda en favor de la expropiación. Esta es la historia de cómo se
creó el mito del régimen Cardenista:
Después de dar el mensaje de expropiación en cadena radiofónica, se movilizó al aparato burocrático para darlo a conocer por todos los rincones del país. Se repartieron carteles a los estados, se ordenó que pregoneros viajaran en burro a los poblados más lejanos a leer el discurso, incluso se imprimieron millones de folletos que se arrojaron desde aviones del gobierno por toda la ciudad con mensajes como “Cárdenas adelante con la Revolución para seguir con la liberación de México” e “Hidalgo 1810 – Cárdenas 1938”.
Después de dar el mensaje de expropiación en cadena radiofónica, se movilizó al aparato burocrático para darlo a conocer por todos los rincones del país. Se repartieron carteles a los estados, se ordenó que pregoneros viajaran en burro a los poblados más lejanos a leer el discurso, incluso se imprimieron millones de folletos que se arrojaron desde aviones del gobierno por toda la ciudad con mensajes como “Cárdenas adelante con la Revolución para seguir con la liberación de México” e “Hidalgo 1810 – Cárdenas 1938”.
Los miembros de la CTM fueron obligados a marchar en apoyo al señor presidente en Morelos, Durango, Agua Prieta y Torreón. En este último se denunciaron los acarreos en volantes clandestinos; quienes no marcharan se les multaba con 15 días de sueldo y amenazas varias. La SEP por su parte, organizó festivales en las escuelas públicas para hablar de la nacionalización y crear desfiles por todas las ciudades con niños y adolescentes cargando banderas mexicanas.
Luego llegó en abril el anuncio de que el gobierno indemnizaría a las empresas extranjeras y fue cuando la propaganda aumentó. En “El Nacional”, periódico del régimen, comenzaron a aparecer anuncios pagados con frases como “Pagar a las empresas petroleras es salvar el honor de la nación” y “¡Ellos murieron por la patria! Ahora corresponde a usted luchar por ella. Mande su aportación al Banco de México”. Incluso en la revista infantil “La Palomilla” se invitaba a los niños a pagar la deuda petrolera. Heberto Castillo fue uno de esos niños. Se entregaban supuestos recibos con el aporte y la leyenda “Todo sacrificio por la patria es pequeño”.
Dicho y hecho, el gobierno abrió una cuenta en el Banco de México y creó el Centro de Redención Económica Nacional cuyo subdirector era ni más ni menos que Emilio Azcárraga. Así se colocó una caseta de donaciones en el Ángel del cual diariamente salían 5000 muchachas del Departamento de Educación Física que con listones tricolores recogían donativos en las calles. Fue la esposa del presidente Amalia Solórzano quien creó el Comité Nacional Femenino Pro-Recaudación Económica, el cual realizó la más mítica recaudación de todas.
Por la radio se anunció que las mujeres debían animar a sus padres, esposos y hermanos a trabajar por el país; y se les invitó a una colecta el 12 y 13 de abril en el vestíbulo de Bellas Artes. El romántico recuerdo de la colecta inmortalizaba mujeres que llegaron con joyas, diamantes, aretes, máquinas de coser, ollas, gallinas, guajolotes y mil cosas más de los cuales se perdió el paradero de la mayoría.
De todas las colectas se reunió cerca de 2 millones de pesos, una cantidad irrisoria comparada con la deuda (y que apenas costeaba los volantes, panfletos y anuncios que el gobierno imprimió); pero en el gabinete todos sabían que no era para reunir dinero. Serviría para reforzar el ideario de que el petróleo era de los mexicanos y de la bondadosa labor de Cárdenas y el PRI por protegerlo.
Al final del día la expropiación se pagaría a si misma con el inicio
(una semana antes) de la invasión nazi a Austria. Por medio de empresas
fantasmas y prestanombres, México vendería petróleo a los países del Eje
para sobrellevar el boicot que EUA y Gran Bretaña estaban por comenzar.
Y al final la propaganda funcionó, Cárdenas pasaría a la historia como el gran
héroe del nacionalismo mexicano y el petróleo considerado hasta hoy como el mítico recurso
nacional que salvaría milagrosamente al país.

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