El nombre que falta

“La primera misión de los mexicanos durante la II Guerra Mundial”
 
Fuselaje del Escuadrón 201 (Fotos: Mario Yaír T.S.)
 
México ha entrado a la II Guerra Mundial en su periodo más álgido. Alemania, Italia y Japón ocupan territorios de manera desmedida y el actuar de los aliados aquel 1944 puede significar la derrota o la victoria. Así mientras en Europa inicia el Día D con el desembarco de Normandía, en Asia la misión es obligar la retirada de los japoneses sobre los territorios ocupados. Para entonces un grupo de 290 mexicanos entrenados en EUA en técnicas militares de aviación, son enviados como apoyo a Filipinas y carne de cañón en aquellas misiones de alto riesgo. Son las “Águilas aztecas”.
 
Los mexicanos habían llegado recibidos con una orquesta que tocaba alegremente la llegada de los aliados. Las hijas del cónsul se vistieron de chinas poblanas para recibirlos y se ofreció un banquete en su honor antes de llevarlos al sitio donde harían su base. De entre las 96 misiones encargadas se encontraban avistar las posiciones enemigas, destruir zonas de artillería y el apoyo de las operaciones en tierra. 
 
Para quienes no entienden el alto riesgo, los aviones son fácilmente visibles desde tierra y los japoneses pueden derribarlos desde su base con artillería. Una bala bien encestada en el tanque de gasolina o en los motores y el avión estalla o cae sin dilación. Si el piloto intenta escapar con paracaídas, matarlo es todavía más fácil. Todo ello sin mencionar que los japoneses son conocidos por tener equipo y aviones con los cuales están dispuestos a suicidarse sin dudarlo pero llevándose con ellos a cuantos enemigos puedan. 
 
P-47 Thunderbolt con bomba

Para soportar los ataques, el ejército norteamericano creó el avión P-47 Thunderbolt. Se trata de un monstruoso avión de combate con ametralladoras capaz de lanzar bombas con un potente motor que lo convierte en una locomotora voladora. El problema es que su tamaño lo hace un blanco fácil, por eso los ataquen dependen plenamente de los pilotos. Estos deben volar alto y perderse en las nubes para que una vez en posición, entren en picada a toda velocidad, lancen las bombas en el momento preciso y salgan rápidamente de ahí ilesos. La primera misión es bombardear un depósito de municiones japonesas.
 
Es el 1 de junio de 1945 y el Teniente Carlos Garduño, lidera la misión en la cual van el subteniente Miguel Moreno, Praxedis López y Fausto Vega. Los motores se encienden y comienza el viaje a las 10:40 de la mañana, deben ir en formación uno para llegar a la costa de Vigan. El depósito está estratégicamente ubicado en una playa rodeada de montañas que ha sido una verdadera pesadilla para los norteamericanos acabar con él. No hay manera de entrar por tierra y las montañas dificultan la llegada por aire. El último recurso es la entrada en picada con los P-47.
 
Bandera capturada por los mexicanos
 
Entonces llegan los aviones a su objetivo. Dan un respiro hondo y atraviesan las nubes en picada para iniciar el ataque. Son bombas de 1000 libras de peso cada una. Bajan los aviones, Carlos Garduño es seguido por Fausto Vega; están cerca del objetivo, los japoneses ya los vieron y corren a las armas. Garduño lanza las bombas pero el avión sigue siendo muy pesado, es difícil de elevar. Llega casi a ras del agua y logra elevar la pesada máquina. Sale ileso del sitio con rumbo de regreso a la base y apenas unos segundos después cuando parece haber pasado el peligro busca a Fausto que venía atrás de él. 
 
De pronto a un costado aparece José Espinosa, quien le hace señales a Garduño para que tome el radiotransmisor. Tienen prohibido comunicarse porque pueden interferir la señal, pero algo anda mal, así que lo prende - ¡Tiraron a Cachito!
 
Cuando se supo la noticia de aquella primera misión, los mexicanos que estaban en la base prepararon una fiesta para recibir a sus 4 compañeros. De pronto aterrizaron en la pista solo 3 y las caras desencajadas de esos primeros enviados daban toda la noticia. De pronto la música de banda y las chinas poblanas con que los recibieron unos días antes quedaron muy atrás. - Cachito solo tenía 20 años - dijo alguien.
 
Se logró la misión de bombardear el depósito- dijo el “Charro” Cárdenas cuando ordenó seguir como si nada. Se hace la celebración con cierta incomodidad en el ambiente, algunos de los asistentes ignoran que jamás van a regresar a nuestro país. Casi enseguida se envió un avión pequeño al sitio del desastre. Fausto Vega no había logrado levantar el pesado avión a tiempo y se estrelló a toda velocidad en el mar con una explosión que impactó a sus compañeros. Nunca se pudo encontrar su cuerpo, por eso sus restos no están en la tribuna monumental de Chapultepec. La noticia de la primera águila caída en el frente está a punto de llegar a México. México ha entrado en la II Guerra Mundial.
 
Tribuna Monumental de Chapultepec

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