Un extraño enemigo

“Hubo muchos más personajes implicados en 1968 de lo que se cree” 
 
Monumental Plaza Toros (Fotos: Mario Yaír T.S.)

La Monumental Plaza Toros México se va llenando. El episodio que estamos a punto de ver suele borrarse en la bruma de la historia. Las pancartas comienzan a desplegarse y poco a poco los gritos se hacen presentes. Son cientos de jóvenes convencidos de que tanto la faena como el catolicismo representan una sola cosa, la lucha de dios contra el diablo o tomar al toro por los cuernos.

Los estudiantes convocados por la Coalición de Organizaciones para la Defensa de los Valores Nacionales, rinden honores a una bandera de México paseada al centro alzando sus pancartas. Mantos enormes que rezan “México sí, anarquía nunca”, “cristianismo si, comunismo no” o el más extendido hasta nuestros días “Dios, Patria, Familia, Libertad”. Es el 8 de septiembre de 1968 y los miembros más jóvenes de la ultraderecha mexicana alzan la voz contra el movimiento estudiantil.

Su principal rencor fue la marcha del zócalo realizada días atrás. En esta, un momento memorable fue cuando el propio personal de la Catedral Metropolitana, permitió entrar a los estudiantes y repicar las campanas en protesta. Pese a que el arzobispo afirmó que no hubo ningún tipo de agravio contra la catedral o la religión, la ultraderecha no quiere creerlo. Siempre se han creído más que sus propias autoridades eclesiásticas.
 
Monumental Plaza Toros México

Al mismo tiempo que la plaza se llena, el grupo de Mujeres de Acción Católica Mexicana, andan de rodillas por las calles del Centro Histórico hasta la catedral para pedirle perdón al edificio por el repique. Y por la avenida de Insurgentes, 10 mil Boy Scouts desfilan hasta la Basílica de Guadalupe con la misma misión. Pero el acto de la Plaza Toros es el más perturbador de todos.

Mientras ondea arriba de la plaza una ingenua pancarta que dice “obreros y campesinos en general, en favor de México”, al centro unos muchachos entran con una especie de judas que representa a los estudiantes del movimiento. Todos gritan a coro el cantico de moda “queremos uno, dos, tres Chés muertos” cuando el muñeco comienza a arder. De pronto en el micrófono el orador grita - ¡Viva Cristo Rey! - ¡Viva! – responde vociferante la audiencia
- ¡VIVA DÍAZ ORDAZ!
- ¡VIVA!

En las gradas dos muchachos ríen a carcajadas mientras leen “La voz de México”. El diario asegura que el ataque a la Voca 7, donde 60 encapuchados atacaron con armas de alto calibre secuestrando estudiantes en 18 autos diferentes, fueron según el periódico del Partido Comunista, capitaneados por los jefes del departamento de limpias. Al parecer nadie en la Voca 7 escuchó que los encapuchados huyeron gritando ¡Arriba la FNET! ¡Viva el MURO!

El año de 1968 vuelve radicales a los progresistas y reaccionarios a los conservadores. Con el acto de desagravio a la catedral, el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación MURO, se autoproclama guardián de los valores patrios atacando con violencia cualquier asomo de ideología comunista. El movimiento de 1968 tiene un enemigo más.
 
Advertencia del MURO (Foto: Armando Lenin Salgado)
 

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