Une visite en rose (Una visita en rosa)

“El día en que el gorrión de Paris visitó nuestro país”
 
El Patio (Fotos: Mario Yaír T.S.)
 
De la amistad de Marlene Dietrich y Edith Piaf se dicen muchas cosas, pero lo cierto es que aquella tarde de 1954 cuando Piaf le preguntó si había ganado aquel curioso concurso parisino, no pudo contener su cara de asombro cuando Dietrich le dijo que había quedado en segundo lugar. Pero entonces ¿quién le ganó a Marlene en el concurso de las piernas más hermosas del cine? – Una mexicana. Una tal Ninón Sevilla. – Cuentan que desde entonces Piaf sintió curiosidad por aquel exótico país…
 
Para 1956, la viuda Doña Conchita Vélez se había convertido en dueña del fastuoso centro de espectáculos de “El Patio”. En busca de internacionalizar el recinto, contactó a Edith Piaf y la invitó a cantar a México. Los miembros habituales de la prensa de sociales llegaron al buffet en su honor aquella mañana del 1 de febrero de 1956. Ahí entre las filas de tamales que ofrecían a la diva francesa (solo conocida por la alta sociedad mexicana), un reportero le preguntó - ¿Madame, qué quiere conocer de México? - ¡A Ninón Sevilla! – respondió sin dudar.   
 
Invitación y afiche de prensa

Las cuatro noches que la diminuta cantante se presentó con su suetercito negro en el escenario del Patio, estuvieron abarrotadas. Ahí estaban Pedro Vargas, Miguel Alemán. Solo la primera dama María Izaguirre, se iba cuando apenas llevaba dos canciones, pero qué decirle a la sextagenaria esposa de Ruiz Cortines que no entendía esa música. Decían que Piaf cargaba siempre un diccionario castellano – francés para poder comunicarse y que antes de cada canción explicaba lo más que podía lo que estaba a punto de cantar. Arrebataba corazones, no solo por su voz, sino por su personalidad. 
 
No hacía falta más que una cortina negra y un micrófono para iniciar su show. Algo a lo que el México de las rumberas, el mariachi y los shows estrafalarios no estaba acostumbrado. “El gorrión de Paris” había conquistado la música de culto en México. Lejos de las luces y el escenario, Piaf aprovechaba que en México nadie la conocía y salía a escondidas para descubrir la agitada vida nocturna de la ciudad. Agustín Lara la invitó al Cabart Capri a oírlo cantar y pasaba por ella al Hotel Regis, donde se hospedaba. Ahora era ella quién escuchaba atenta la voz del flaco de oro. Después de conocerlo, trabó una pequeña amistad que le permitió conocer su casa en el Pedregal, donde conoció a su fiera esposa María Félix.
 
Video: Film Voyage de Piaf en México intercalada con “Música de Siempre”

Piaf volvería a México en 1958 en donde aprovechó para recuperarse de su segundo divorcio. Para cuando llegó, la ciudad ya había cambiado; Uruchurtu al mando de la cruzada por la decencia había acabado con la vida nocturna que alguna vez conoció. Mientras se encontraba en México, aprovecharon para invitarla a los Estudios Churubusco a grabar un fragmento de la película musical “Música de Siempre”. Piaf interpretaría la mundialmente famosa “La vie en Rose”. Nadie esperaba que a media canción, Piaf comenzó a cantarla en español. El estudio completo guardó silencio, la gente se asomó al set y una actriz soltó una lágrima.
 
Piaf se fue de viaje con sus amigos y aprovechó para filmar un “film de voyage” comiendo tortillas en un día de campo bajo las montañas, visitando mercados y viendo piezas arqueológicas. Aquellos serían los últimos recuerdos alegres de la cantante pues en los dos años siguientes tendría lugar su romance con George Moustaki y el trágico final que la llevó a empeorar su salud y sus adicciones. La vida en rosa llegaba a su final.
 
La última noche que Piaf pasó en México durante su visita en 1956 se preparaba para volver al Regis dejando atrás los halagos, las flores y los cientos de regalos. Difícilmente recibía visitas en su camerino, pero de pronto un toquido a la puerta la despertó de sus pensamientos. Intrigada por saber quién había desobedecido su petición de no dejar pasar a nadie, abrió la puerta. Envuelta en un enorme abrigo de piel, un extraordinario peinado y una amable sonrisa de oreja a oreja Ninón Sevilla se presentó. Ambas comenzaron a reír. 
 
Antiguo centro de espectáculos El Patio
 
(Esta nota fue editada para este blog. Originalmente fue escrita para Warp.la)
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