El rostro del hambre

“Así se intentó resolver la gran hambruna de 1691”
 
Puente Tolnahuac (Fotos: Mario Yaír T.S.)
 
El 1 de agosto de 2010, el Comité de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, agregó 25 lugares a la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad. Entre esos se encontraba el Camino Real de Tierra Adentro. Un pequeño pedacito de esa ruta nació a causa de una crisis, aquí la historia.

Todo comenzó con una fuerte lluvia en julio de 1691. La lluvia había sido tan abundante que las cosechas de maíz de la ciudad se habían echado a perder. Las huertas de los conventos también habían sufrido grandes daños. La inundación de los caminos provocó un aumento en los productos que llegaban de fuera y para sumar a las desgracias, una plaga de gusano chiahuiztli acabó con las cosechas de trigo. Sin el sustento base de la dieta novohispana, comenzaba el año del hambre.

Hasta septiembre se comenzó a sentir realmente la escasez. Sin molotes para los animales, la carne también empezó a mermar, por eso se solicitó ayuda a Toluca para enviar cárnicos. Terrible año pues un frente frío había acabo con casi todo el ganado de Toluca y del norte del país, así que la ciudad tampoco tendría carne. El aumento de precios, la demanda acelerada y un eclipse solar que ocurrió en ese lapso de tiempo solo aumentaron la histeria de la ciudad.

Placa conmemorativa

La única solución posible para el entonces virrey, Conde de Galve, fue reconstruir la calzada a Tenayuca; lo que hoy conocemos como Calzada Vallejo y que comenzaba en algún punto de la colonia Morelos. Fue justo en la esquina que forman Juventino Rosas y Calzada Vallejo donde el conde ordenó la construcción de un puente que permitiera cruzar un río para llegar más rápido al norte del país para conseguir maíz.

Decorado con el apóstol Santiago de un lado y una placa en honor al conde del otro, el puente anunciaba el fin de la Ciudad de México y la entrada a la carretera. La escasez del siglo XVII fue compensada con la abundancia de plata del siglo XVIII. Aquel camino junto con el puente sería el inicio de la odisea mercantil que más tarde sería la Ruta de la Plata.

Exactamente un año después de aquella lluvia que originó una crisis alimenticia ya superada, corrieron los rumores de una nueva escasez. Mentiras de la gente que acabaron con la conocida imagen del Palacio Virreinal envuelto en llamas. ¿Cómo se vería el rostro de la escasez? No hace falta ir muy lejos, solo basta llegar a la colonia San Simón Tolnahuac para ver (apenas protegido con una valla metálica que más bien parece gallinero) aquel primer puente del Camino Real y la Ruta de la Plata. Nada más y nada menos que el rostro del patrimonio de la humanidad en el peor de los olvidos.
 
Restos del puente

Comentarios

Más vistos

Un encuentro con la fiera del Fru-Fru

Requiém para el Cine Ópera

El último momento

Un sueño en el olvido

Los motivos de Sor Filotea