El temido cambio de luces

“Nunca hagas el cambio de luces!!!”
 
Anillo Periférico (Fotos: Mario Yaír T.S.)
 
El trauma comenzó en otoño de 2005 cuando a las bandejas de los mexicanos llegó un correo electrónico con la siguiente información: “Si manejas de noche y vez un carro que no trae las luces prendidas, NO LE HAGAS EL CAMBIO DE LUCES. Esto es un juego de iniciación de una pandilla que se hace llamar SANGRE”. El rito de la pandilla consistía en que el nuevo miembro debía manejar con las luces apagadas y el primer carro que le hiciera el cambio de luces sería su objetivo. Este debía seguir al carro y matar a todos los tripulantes para entrar a la banda.

La historia no era nueva, desde 1980 el rumor se había compartido en EUA poniendo a la pandilla motociclista Hell’s Angel’s como los asesinos. Volvió a EUA con el “fin de semana sangriento” de septiembre del 93. Y pese a que nunca había ocurrido nada, la misma información se siguió compartiendo en todo el mundo cambiando solo nombres y fechas. Pero en México escaló niveles inimaginables.

Avenida Central

De algún modo el correo llegó a la oficina del director de la Agencia Federal de Investigación, Ricardo Gutiérrez Vargas. Bajo el argumento de que la INTERPOL Guatemala pronosticaba el ataque del 28 al 30 de octubre de ese año, el viernes 21 de octubre la noticia llegó a la PGJ y la PGR para iniciar una investigación…

El primer periódico en revelar el suceso fue “El Universal” quien publicó la noticia de que José Luis Santiago Vasconcelos, titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, afirmaba que podría tratarse de un subgrupo de la Mara Salvatrucha. La avalancha desinformativa llegó a los titulares de Carmen Aristegui, Loret de Mola, Adela Micha, Jacobo Zabludovsky y López Doriga. Con astutos manejos audiovisuales y reportajes dramatizados, el pánico estalló con el avance del Huracán categoría 5, Wilma. Miles de personas tendría que usar las carreteras de Quintana Roo ese fin de semana para huir del siniestro.
 
Oaxaca

Mientras el Senado de la República exigía al presidente Vicente Fox reforzar la vigilancia en la frontera con Guatemala, el gobierno guatemalteco negaba la existencia de tal banda. El Salvador por su parte, aseguraba que el rumor había sido iniciado como una guerra psicológica orquestada por la Mara. Finalmente el jueves 27 de octubre, el vocero presidencial confirmó que la noticia se sabía en Los Pinos y que se mantenía una alerta general.

Asi mientras unos funcionarios afirmaban que se trataba de un simple rumor, otros como el delegado de Iztapalapa, Víctor Hugo Círigo hablaban de hacer operativos para evitar que la banda reclutara jóvenes de la zona.


El fin de semana esperado llegó con un país ahogado en operativos policiales. Viaducto, Circuito Interior y Periférico cercados; Naucalpan y Ecatepec en vigilancia; las carreteras de Chiapas, Quintana Roo, Yucatán y Campeche en vigilancia constante. Cientos de detenidos por faros quebrados, fundidos o por no prenderlos.
 
Zacatecas

Y sin más disculpa que unas cuantas notas, hasta el sábado los periódicos reafirmaban que todo había sido un rumor. Después de crear la histeria colectiva, televisión y prensa afirmaban que jamás se había escuchado antes sobre dicha banda, que no había pruebas de su existencia y poco a poco recordaron los sucesos del 93 en EUA. Comprobada la falsedad demasiado tarde, el parque vehicular se redujo notablemente en todo el país hasta día de muertos…

El 30 de octubre el Secretario de Gobernación, Carlos Abascal, comparó la pandilla con el mito del Chupacabras, y con un reporte de Saldo Blanco, se dio por terminado el asunto. El correo todavía siguió corriendo y por más de un año México evitó el mortal cambio de luces. Una paranoia colectiva derivada de unos cuantos caracteres de e-mail, de un tiempo en que las fake-news se abrían paso en internet con un pánico mortal. 
 
Estado de México

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